No es ninguna novedad afirmar que los estudiantes-deportistas internacionales necesitan un período de adaptación nada más desembarcar en Estados Unidos. Amoldarse al idioma, al régimen de entrenamiento intercalado con las clases o a la limitada franja horaria durante la que el comedor de la universidad está operativo, lleva su tiempo.
No solo eso, sino que el reglamento de los deportes a nivel universitario difiere en numerosas ocasiones del utilizado en etapas formativas y/o en el deporte profesional. En este artículo vamos a compartir algunas de las diferencias más llamativas en cinco disciplinas: baloncesto, béisbol, fútbol, fútbol americano y tenis.
Hay varios cambios sustanciales con respecto a la NBA o competiciones FIBA. En la NCAA, en vez de cuatro cuartos, se juegan dos partes de 20 minutos cada una. Además, el reloj de posesión comienza su cuenta atrás en 30 segundos en lugar de los 24 convencionales. Para hombres solía ser de 35s, con lo que ciertos partidos eran bastante soporíferos, así que en verano de 2015 se decidió reducir el tiempo. También cabe reseñar que la línea de tres puntos se sitúa ligeramente menos alejada.
La principal variación entre la NCAA y la MLB es el material del que está hecho el bate. En las Mayores, solamente se permiten bates de madera, mientras que desde 2009 los bates de aleación de aluminio tienen la exclusividad a nivel universitario.
Asimismo, la Liga Nacional es la única competición estadounidense que obliga a los lanzadores a respetar su turno de bateo, mientras que en la NCAA, la Liga Americana o en las ligas menores, se permite su sustitución un bateador designado. ¿Cómo lo veis, deberían los pitchers ser especialistas o deberían practicar sus habilidades de bateo?
Hay una gran polémica a raíz de que se permiten sustituciones ilimitadas en el college soccer. Por una parte, permite a los entrenadores tirar de jugadores frescos en todo momento. Por otro lado, esta regla invita a seguir utilizando patrones de juego arcaicos, priorizando la fuerza sobre la técnica.
También es curioso el hecho de que los árbitros puedan parar el reloj cuando consideren oportuno, especialmente en los minutos finales. No hay tiempo añadido, los encuentros terminan con una cuenta atrás y suena una bocina por la megafonía del estadio, al estilo del baloncesto. En caso de empate, se juegan dos prórrogas de 10 minutos con formato de gol de oro. Si el empate persiste, se termina el duelo, no hay tanda de penaltis durante la temporada regular.
La principal diferencia es que en la NCAA una recepción se considera completa si el jugador tiene un decente control del oval además de tener obligatoriamente un pie dentro de los límites del campo.
En la NFL es otro rollo. Se necesita pisar claramente con los dos pies en el césped, retener el balón firmemente, sin titubeos aparte de ejecutar un “movimiento atlético”, como girar o plegar el cuero contra el pecho. Esta confusa regla ha provocado infinidad de decisiones controvertidas en los últimos tiempos.
Por otra parte, en la liga universitaria el tiempo se para cada vez que se consigue un primer down, mientras que en la liga profesional el reloj sigue corriendo.
En el deporte de la raqueta universitario, los dobles se juegan antes que los individuales. Así se garantiza su disputa, potenciando esta disciplina, algo que no sucede en España a nivel formativo. Eso sí, en Estados Unidos los dobles tienen una duración reducida. Antes se jugaba un set largo hasta que una pareja llegaba a ocho juegos. Desde la temporada 2013/14 se ha reducido a seis.
Para acortar la duración de las eliminatorias, añadir suspense y supuestamente generar mayor expectación la NCAA decidió aplicar la bola de oro en caso de llegar a iguales en un juego a partir de 2016, tanto en individuales como en dobles.
No obstante, la regla mítica del college tennis es que, en la División I masculina de la NCAA, no se repite el servicio si éste golpea la red y entra. Oficialmente, se instauró en los años 90 para (de nuevo) acelerar los partidos. Sin embargo, cuenta la leyenda que esta decisión fue tomada para evitar que los jugadores hiciesen trampa. Así es, al parecer había tenistas que cantaban “Let” cada vez que les hacían un saque directo en un punto importante.
Aunque los entrenadores se encargan de recalcar esta particularidad, es inevitable que ocurra alguna chistosa anécdota con los novatos del equipo. Mejor que suceda entrenando que durante la competición, ¿no?
Así que ya sabéis, deportistas de VT Sports, toca revisar el reglamento específico tras firmar vuestra Beca Deportiva en Estados Unidos.
Texto: Pablo Mosquera Pérez
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